lunes, 7 de noviembre de 2011


"...sentimos en un mundo; pensamos, denominamos en otro; podemos establecer entre ambos una concordancia, pero no colmar el intervalo que los separa´
ella sabia la verdad y se la callaba; por lo menos eso he creido durante mucho tiempo, porque en aquella época me figuraba aún que era por medio de palabras como se enseña a los demás la verdad [...] no necesita ser dicha para que se manifieste, y que acaso sea posible recogerla con mas seguridad, sin esperar las palabras y aún sin hacer el menor caso de ellas, en mil signos exteriores, incluso en ciertos fenomenos invisibles, análogos en el mundo de los caracteres a lo que son, en la naturaleza física, los cambios atmosféricos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario